viernes, 25 de mayo de 2007

El abandono de sus amigos, y la integración al muevo mundo.


That's right! (“Eso es correcto”. En este blog no habrá ninguna expresión foránea que no cuente con su pertinente traducción, y desde ya pido las disculpas por lo mala que esta pudiera ser). Y digo que es correcto, pues… aunque suene increíble y hasta iluso recién a mis 37 años, creo que de forma bien honesta, decidí tirarme al río sin saber nadar… y salir a explorar, a descubrir, y a constatar cuanto de normalidad o de extrañeza (“rareza”, sería más adecuado decir) existe en el mundo de Ernesto el pseudónimo que escogí y que lo extraje del protagonista de la comedia de O. Wilde (“La importancia de llamarse Ernesto”, efectivamente me refiero al ambivalente personaje cuyo nombre se asemeja en la pronunciación anglosajona al earnest = decente, formal, correcto; y al Ernest = sustantivo propio), sí, el mismo que transita argumentalmente en la alta burguesía del Londres victoriano con una careta de aparente corrección y por otra con la desnudez que lo exhibe cómo realmente es, con sus instintos y bajezas incluidos. Aún recuerdo la adolescencial lectura de esa obra de Wilde y mi absoluta comprensión de que la elección de un nombre (un pseudónimo en este caso), no es algo que se deba dejarse al azar.

Bien, no estoy aquí para hacer un comentarios literarios (quizás en otro blog de contenidos de más alto vuelo o más misceláneo, que aún no me decido a crear) sino para articular medianamente una relación de hechos y circunstancias de un estadio de mi vida, es decir, de una etapa importante o que sencillamente considero trascendente, y obviamente deseo compartirla con ustedes virtuales e intrigados lectores. Retomando la línea, decía que a los 37 decidí lanzarme al mundo, y quizás en este tránsito exploratorio en una de esas logre una mejor o acabada comprensión del interior y del entorno de los circuitos….. y por qué no decirlo logre conocer a “a ese medio naranjo” esencial en la vida de todo ser humano que se digne de tal (algunos piensan que lo correcto sería decir “medio pomelo”. En fin, dejemos para otra oportunidad los comentarios acerca de los cítricos, o de los grados de acidez). Sé que no tengo el tiempo en mi contra, pero de igual forma estoy convencido que en este largo periodo de hibernación (13 años) a lo mejor ya pasaron muchos trenes, y por tanto al día de hoy, más que nunca, de forma muy libre y determinada estoy en aquella extraña predisposición (no desesperación) de tomar un tranvía que me lleve al encuentro de esa parte complementaria con quien pueda compartir el resto de la vida que me queda (desde ya hago la aclaración que este humilde servidor está de lo más sano física y mentalmente. La expresión obedece más bien a un recurso estilístico y no a la muerte en sí) Y así fue… como de repente… casi en forma lúdica (me tome un par de fotos, y vi que no estaba tan, tan, mal) comencé un proceso de cambio o de abandono paulatino de mi antiguo, seguro, y casi perfecto mundo obligaciones y deberes. Un mundo muy similar a una anestésica, y en más de una ocasión inepta y almibarada canción ABBA, mis amigos o compinches musicales de años, a los que me es difícil abandonar. Mi opio melómano.

Autodefinirse “gay” en idioma foráneo ya es un asunto complejo, y quizás por eso muchos se resisten a mencionar la palabra que mejor nos define en lengua española: “homosexual”. ¿Es muy extensa la palabra? ¿es más “digno” y práctico hablar en términos que son de importación lingüística? Sospecho de la gente que recurrentemente usa extranjerismos para referirse “a medias” a lo que en verdad desea decir, quizás sea una suerte de codificación oculta destinada sólo para algunos. Con todo, el subterfugio sigue siendo el mismo: la máscara.

La primera pregunta que me planteé ya tomada la foto y teniendo abierta la primera puerta del closet (hago la aclaración que no conozco muy bien, qué significa salir de ese mueble ¿se “sale de” cuando se pregona a los cuatro vientos la preferencia sexual de un individuo?, o ¿tan solo basta auto reconocerse maricón como para decirse que mentalmente estoy “fuera de”?) sea el proceso que sea, o el matiz que exista entre tener una o todas las puertas abiertas de los espacios mentales de auto aceptación y posterior sociabilización, mi punto de partida fue de aproximación, de cómo allegarme y darme a conocer en estas comunidades medio soterradas, medio herméticas, siendo yo un santiaguino de provincia. Los circuitos o los ghetos ofrecen lugares físicos donde aquellas interactúan, donde resido no existen y si los hubiera tampoco creo que participaría (en un pueblo chico siempre e urden pequeños infiernillos), así que llegué a la conclusión que ante la carencia provincial de equipamiento, mi solución iba de la mano de la panacea de muchos: Internet. Me anoté en un par de comunidades “cigayrnéticas”, y empecé a entender lo inmenso, heterogéneo y estratificante que es este mundo. Tremenda novedad dirá más de alguno. Es cierto, pero lo más chocante o desconcertante, es la negación o incongruencia que muchos hacen de sí precisamente a través de lo que ladinamente dicen buscar y, posteriormente al describir lo que en realidad son. La gran mayoría de los “hombres masa homosexuales” (¿cómo nos definiría José Ortega y Gasset?) se niegan a vivir a la par de sus circunstancias y es por eso que no se salvan del limbo de la búsqueda permanente y vacía, y lamentablemente en más de un caso, de la insanidad mental. De ningún modo cuento con un pase de salvación y menos soy el apóstol de la consecuencia, pero ¿es tan difícil vivir la homosexualidad de un modo simple y viril? A través de lo mucho que he leído a Pedro Lemebel he llegado a la convicción de que hasta las desdeñadas “locas” son más consecuentes y éticas que muchos proyectos de “machitos” sin resolver ¿Por qué esa aversión y casi negación compulsiva, a reconocer que tenemos un hemisferio derecho del cerebro que nos manda desarrollarnos afectivamente a través de los códigos llamados perceptos?

Recurro a la etimología quizás en un intento de entender mi naturaleza. Definirme, inquirir, hurgar en el término latino que lo origina todo: GAUDIUM = GOZO, de donde procede con posterioridad el occitano (lengua medieval utilizada al sur de Francia) GAI = ALEGRÍA, GOZO; que luego dio tránsito a la adjetivación “ALEGRE, GOZOSO”… y con el transcurrir del tiempo esta “festiva” palabra cruza el Canal de la Mancha para asentarse en la Gran Bretaña donde “GAY” (con “y” griega) acabó finalmente en el eufemismo que hoy todos conocemos y que supuestamente define a los homosexuales, como los “chicos de vida alegre”. A la luz u oscuridad de todo lo expuesto, la segunda pregunta que me hice fue con cuanta alegría o desesperanza debía aceptar esta esencia etimológica. Debo reconocer que aún me parece de cierta incongruencia la etimología con lo que es el “mundo gay”. Quizás si hubiese nacido en otro tiempo, lugar, y cultura ser un homosexual, ser un “hombre de gay andar” hubiese sido un significante de feliz relevancia. Creo que en este país, mi país no son muy alegres las conclusiones que saco y quizás por eso a estas alturas del tiempo, me encuentro medio solitario, abandonado, a veces creo de forma forzada y en otras, de manera auto impuesta… con proyectos eso sí, a corto, mediano y largo plazo. Los pocos y buenos amigos y amigas que tuve antes de mi mundo feliz del ostracismo, ya tienen sus vidas hechas o están muy bien encaminadas, así que sería casi tirado de las mechas que yo irrumpiera de modo sorpresivo e infundado. En todo caso, no me estoy quejando, pues cuando empecé a interiorizarme y a aterrarme de mi entonces incipiente o quizás siempre conocida opción sexual, fue propia la decisión de abandonar y de retraerme a mis cuarteles de invierno…. mi buen y añorado circuito. Inevitablemente se me viene al pensamiento una canción de ABBA: “ I Wonder”(Departure) [”Me pregunto”(obertura de un mini musical)]

Las aproximaciones por Internet, suman y siguen siendo un corolario de de intentos fallidos. Dentro de toda esta fauna de “raros” que coexistimos en las “vitrinas virtuales”, abunda una gélida impersonalidad, tipos mentirosos, pusilánimes que sólo están ahí en la mayoría de las veces si hay un cuerpo espectacular, dinero y posición social. He recibido hasta ofrecimientos de servicios sexuales dentro de la provincia donde resido. ¿A esto se reduce el mundo gay? ¿a un circuito donde tan solo existe la genitalización y materialismo de los afectos? Creo que no, me resisto a creer que no. El cuerpo y la acumulación de bienes corresponden a circunstancias que se pueden moldear o que pueden variar en cualquier instante. El alma y la integridad humana no. Lo que hay que tener claro si es que alguna vez decides tener una figura apolínea, es si lo haces por ti, o por la absurda necesidad de que te quieran o que te deseen. El tema de la autoestima. Si realizo alguna actividad física, es porque disfruto hacerlo y además me siento bien. Si voy a un “gymn” es porque creo necesitarlo, así de simple. No tengo el imperativo de demostrar nada a nadie, y es por eso que no confío en el “chat” en cuanto al develamiento o desenmascaramiento real y efectivo de tu interlocutor virtual. Esta huevá cibernética da para mucho. Se nota que los gringos son expertos en el artificio del mentir y de la manipulación. Me niego a entender las opciones del Messenger: “conectado, pero salió a comer”, “conectado, pero ocupado”, “conectado, pero ausente”, “desconectado” y así una pila de mentiras y patrañas, que en realidad más que ser saludables son insanas, esquizoides. Pues creo que para nadie resulta agradable sentarse frente a un PC y esperar a que tu supuesto interlocutor establezca comunicación contigo. ¿Por que no existirán las opciones “conectado, pero esta chateando con otros hombres…” “conectado, pero no desea saber nada de ti” “desconectado aquí, pero conectado en otra parte”? En último caso, ¿es tan difícil darle la evasiva a un tipo diciendo alguna frase amable? todos merecemos algo de respeto. Así todo sería más honesto.

Sin caer en un falso alardeo me considero un tipo de bastante esfuerzo y lucha, un hombre hecho a sí mismo, pero estas batallas huevonas por conocer hombres medianamente atractivos y algo intelectuales (todos tenemos un talón de Aquiles), ofreciendo amistad, mostrándote y exponiéndote tal cual eres, viril, consecuente, sin aplicar ningún filtro, y sin contener los impulsos, en verdad que al día de hoy me tiene un poco hastiado.

Si es por ocio, mejor invertir ese escaso espacio de tiempo en otras actividades como el trabajo de la tierra, caminar extensamente, el cine, la lectura de un libro, el placer de escuchar música. Aquí va la primera muestra de estas rarezas que se dijo íbamos a hablar en este blog. Mucho tiempo atrás, buscando covers de canciones ABBA, encontré a The Czars (“Los Zares”), son estadounidenses, y ya se disolvieron como grupo. Su líder es un machote “que te cagas” (como diría un español). Se dice que alucinaba por tener una relación con el gordito Almodóvar, se llama John Grant y es una de las mejores voces masculinas gringas actualmente. Cada tema que interpreta esta cargado de un sentimiento y una convicción emocional que sencillamente descoloca a cualquiera. El mismo escribe e interpreta sus canciones, salvo esta que a mi parecer esta muy por encima del repertorio de los suecos. Se llama Angel Eyes, y sin dudarlo es una de las más bellas canciones de amor homosexual, el tipo se dio la maña de cambiar la letra, inclusive.

A fin de cuentas, la música de ABBA aún me acompaña y me hace sentir alegre… aún me produce cierto gozo… y por sobre todo, me hace sentir inusualmente “gay”. Hasta una próxima entrega.


Angel Eyes - The Czars

Last night I was taking a walk along the river
When I saw him together with a young boy
And the look that he gave him made me shiver
'Cause he always used to look at me that way
And I thought maybe I should walk right up to him and say
Ah-ha-ha, it's a game he likes to play

Look into his angeleyes
One look and you're hypnotized
He'll take your heart and you must pay the price
Look into his angeleyesYou'll think you're in paradise
And one day you'll find out he wears a disguise
Don't look too deep into those angeleyes
Oh no no no no


Sometimes when I'm lonely I sit and think about him
And it hurts to remember all the good times
When I thought I could never live without him
And I wonder does it have to be the same
Ah-ha-ha, when I see him, will it bring back all the pain?
Ah-ha-ha, how can I forget that name?

Look into his angeleyes
One look and you 're hypnotized
He 'll take your heart and you must pay the price
Look into his angeleyesYou 'll think you 're in paradise
And one day you 'll find out he wears a disguise
Don 't look too deep into his angeleyes

Oh no no no no


Ojos Angelicales

Anoche paseaba a lo largo del río
Y lo vi junto a un muchacho joven
Y la mirada que él le daba me hizo temblar
Porque él siempre solía mirarme así de esa manera
Y pensé tal vez que yo debería a ir directamente hacia él y decirle
Ah, ha,ha, ese es el juego que le gusta jugar.

Mira sus ojos angelicales
Tan solo una mirada y quedarás hipnotizado
Él tomará tu corazón y deberás pagar el precio
Mira sus ojos angelicales
Y pensarás que estás en el paraíso
Y un día averiguarás que él por fuera lleva puesto un disfraz
No mires demasiado profundo aquellos ojos angelicales

Oh no no no no

A veces cuándo me siento solitario, me siento y pienso en él
Y me duele recordar todos los buenos momentos
Cuando pensé que yo nunca podía vivir sin él
Y me pregunto ¿por qué tiene que ser lo mismo
Cada vez que le veo, devolverá todo esto el dolor?
Ah ah ah", ¿cómo puedo olvidar aquel nombre?

Mira sus ojos angelicales
Tan solo una mirada y quedarás hipnotizado
Él tomará tu corazón y deberás pagar el precio
Mira sus ojos angelicales
Y pensarás que estás en el paraíso
Y un día averiguarás que él por fuera lleva puesto un disfraz
No mires demasiado profundo aquellos ojos angelicales

Oh no no no no.