domingo, 9 de diciembre de 2007

Laberíntica Soledad

Recuerdo hace más de una década haber leído aquél lúcido y magnífico compendio de ensayos titulado “El Laberinto de la Soledad” de Octavio Paz (más que nada es un estudio antropológico de la sociedad mexicana). La revisión en tiempo actual no ha cambiado mucho mi percepción respecto de aquella obra.

La premisa sigue siendo la misma, todos los hombres estamos solos. Nuestra naturaleza es unívoca, somos los únicos seres que sentimos la soledad, y por tanto los únicos que somos objeto de búsqueda de otros pares, los únicos que aspiramos a realizarnos en otros, los únicos que cargamos esa extraña y nostálgica sed de comunión. Quizás por aquello al percibirnos como carentes y como objeto de carencia de otros, también percibimos la soledad como una sensación de desprendimiento del mundo, de distanciamiento y de separación de nosotros mismos…

Mi amigo Juan Pablo sostiene que “cada persona es una isla dentro de un archipiélago en donde sus acciones ya sea en el corto, mediano o largo plazo afectarán el desarrollo y/o desempeño del resto de las islas que le rodean”. A esa reflexión añadiría que las acciones solo surtirán el efecto deseado en el evento de que aquellas sean de mediana congruencia con la actividad o el hacer de las otras ínsulas. Y sencillamente lo digo porque a pesar de que exista mucha actividad volcánica, si esta no es lo suficientemente poderosa o intensa para cambiar tu propio destino y por encadenamiento el de tus vecinos sencillamente pueden pasar años, décadas, centurias sin que nada vitalizante o transformador pase en ti y por añadidura en el conjunto o el archipiélago que te rodea.

Octavio Paz, apunta en el análisis de la sociedad azteca “Si el mexicano es un solitario, ¿por qué ama las fiestas, los compadrazgos y las reuniones públicas? Para el mexicano "todo es ocasión de reunirse". Si México fuese un país de solitarios, México no estaría en fiesta permanente." "Yo diría que derrochamos energías en saraos y convivios” “Exhibimos abundancia de sociabilidad, porque somos hombres de ágora y no de reclusión solitaria” “En la fiesta late un anhelo de convivencia, de comunión.”

Traslapando esa radiografía a nuestra sociedad, a nuestra comunidad gay, ¿en qué grado de socialización y comunión estamos? ¿Cómo nos interrelacionamos? ¿En ágoras, en ghetos o en cofradías cerradas? ¿Con qué grado de libertad, autonomía o temor? ¿Existe realmente un ánimo de transformar positivamente nuestras propias vidas y las de los demás? Y las preguntas suman y siguen… y la respuesta a todas aquellas siento que por ahora es una sola: “parece que no estamos solos en esto de estar solos y de cuestionarnos la soledad”. Hay demasiadas botellas a orilla del mar con mensajes de auxilio dentro de ellas. Sé que no es nada nuevo pero la tecnología, el acceso a los medios de comunicación computacionales, en cierta forma más que posibilitarnos la congruencia con otros seres humanos, cada vez nos aísla más y más. No es extraño que los grupos interactúen a través de sus respectivos blogs, fotologs, MSN o casillas de correos (en el mejor de los casos).

No deja de sorprenderme, y por qué no decirlo, me entristece constatar que muchas veces he tenido un aproximamiento a las vidas de las personas de carne y hueso con las cuales últimamente me he estado interrelacionando, de manera mucho más expedita a través del canal sus blogs que mediante el diálogo presencial y directo que pudiera establecer con algunos de ellos. Las veces que tuve la osadía de comentar en forma directa con un par de blogueros sus respectivas entregas o “post” sencillamente me descoloqué frente a la de vulnerabilidad que advertí en sus miradas. Me sentí grotescamente invasivo y violando un espacio que siendo de dominio público, se guarda con celosa individualidad. Mejor ahora callo, no comento con nadie para no parecer entrometido. Me da rabia que la reclusión electrónica me convierta en una suerte de voyerista cibernético que me niego rotundamente a ser. Ese es otro de los muchos laberintos modernos de la soledad en los cuales estamos entrampados. Y no tiro la primera piedra pues este blog perece ser trasunto fiel de esa paradoja.

Mañana, temprano llamaré por teléfono a mi apreciado par de “amigos en formación” para concertar una reunión en torno a un café y poder dialogar… o lo que se de. Por ahora los dejo con esta versión acústica de la conocidísima “Message in a Bottle” del grupo The Police, esta vez la canta Sting en solitario. En particular la prefiero más que nada, por la intensidad dramática y sentimiento que este gringo le impregna a la interpretación. Añado que me costó harto encontrarla, sin embargo no estoy seguro de que sea una “rareza”, je, je. Hasta la próxima.


THE POLICE - MESSAGE IN A BOTTLE
(STING ACOUSTIC SOLO VERSION)


Just a castaway
An island lost at sea
Another lonely day
With no one here but me
More loneliness
Than any man could bear
Rescue me before I fall into despair

I’ll send an S.O.S. to the world
I’ll send an S.O.S. to the world
I hope that someone gets my
Message in a bottle

A year has passed since I wrote my note
But I should have known this right from the start
Only hope can keep me together
Love can mend your life
But love can break your heart

I’ll send an S.O.S. to the world
I’ll send an S.O.S. to the world
I hope that someone gets my
Message in a bottle

Walked out this morning
Don’t believe what I saw
A hundred billion bottles
Washed up on the shore
Seems I’m not alone at being alone
A hundred billion casatways
Looking for a home

I’ll send an S.O.S. to the world
I’ll send an S.O.S. to the world
I hope that someone gets my
Message in a bottle

Sending out an S.O.S.
Sending out an S.O.S…..


THE POLICE - MENSAJE EN UNA BOTELLA
(VERSION ACÚSTICA DE STING EN SOLITARIO)

Simplemente un náufrago.
una isla perdida en el mar.
Otro día solitario
con nadie aquí más que yo.
Más soledad
que la que ningún hombre pueda resistir.
Rescátenme antes de que caiga en la desesperación.
Enviaré un S.O.S. al mundo.
Enviaré un S.O.S. al mundo.
Espero que alguien reciba mi
mensaje en una botella.
Ha pasado un año desde que escribí mi nota
pero debería haber sabido esto desde el principio.
Sólo la esperanza puede mantenerme.
El amor puede arreglar tu vida
pero el amor puede romperte el corazón.
Enviaré un S.O.S. al mundo.
Enviaré un S.O.S. al mundo.
Espero que alguien reciba mi
mensaje en una botella.
Salí a caminar esta mañana,
no puedo creer lo que vi.
Cien mil millones de botellas
arrastradas por el mar en la playa.
Parece que no estoy solo en esto de estar solo.
cien mil millones de náufragos
buscando un hogar.
Enviaré un S.O.S. al mundo.
Enviaré un S.O.S. al mundo.
Espero que alguien reciba mi
mensaje en una botella.

Enviando un S.O.S. al exterior.
Enviando un S.O.S. al exterior…

viernes, 9 de noviembre de 2007

Entre Pares


Hacía un montón de tiempo que esperaba el ciclo de encuentros de conversación grupal con otros “hombres de gay andar” en una organización no gubernamental que he frecuentado desde hace cinco meses aproximadamente. Para ser más preciso, estoy medio hastiado de la impersonalización cibernética de ponerme en una vitrina y que de ella, en un afán por hacer contacto con las personas reales que existen tras el PC, emanen mayoritariamente primeras y finales citas con un universo de “encuestadores sociales” y “señores inquisidores” (esto es, salvo un par de excepciones) que a la fecha a lo único que se han remitido es a acotar en la delimitación de mi rumbo con su respectivo norte y horizonte a seguir… y asombrosamente hasta en la cuantía patrimonial (¡plop! me han llegado esos pastelazos)… Como si de esas respuestas se pudiera extraer la exacta radiografía con la cual conformar el diagnóstico de la persona que tienes al frente. Demasiado poco para mí a decir verdad, y no es precisamente porque no tenga esbozado mi incipiente proyecto con su carta de navegación, sino porque creo que de una primera aproximación o cita aparte de la química que pudiera surgir – si es que la hubiese-, siempre debe existir otro tipo de aspectos a considerar que enriquezca, motive, o justifique una conversación.

Hoy dialogué con una persona, una chica simpatiquísima, una estudiante de psicología (a quien ya puedo considerar más que conocida, casi como una hermana) acerca del principio de la identidad homosexual y de cómo la integración de aquella a nuestras vidas necesariamente pasa o se remite en nuestra realidad nacional por el choque frontal o diametral que uno pueda dar con el paradigma heterosexual imperante. De esa “colisión brutal” o “escapada milagrosa” surgen los grandes o pequeños dramas personales que finalmente coartan cual más cual menos el intento de asumirte plenamente. Lo deseable y saludable sería que la vida de todo hombre independiente de su opción sexual fuese un tránsito feliz por mundo, un tránsito sano, exento de paradigmas y de referentes socioculturales…un tránsito sin tanta cavilación entre asumirse a la luz y amplitud del espacio público, o ante la oscuridad y “falsa seguridad” que otorga el ropero de las vestimentas vedadas. En todo caso y estando en la mitad del camino, creo estar más inclinado hacia la claridad y a los espacios abiertos.

Volviendo al inicio del ciclo de charlas, descubrí en aquellas que existen personas más que estar comprometidas con la reivindicación de los derechos de hombres homosexuales (no sé si ese es el término correcto, al menos es mejor que el manoseado estereotipo “causa gay”), lo están consigo mismos, con sus parejas, con sus familias…con el circuito de seres humanos que han decidido relacionarse. Sé que esta primera opinión puede sonar muy, muy e idealistamente ingenua, precipitada (¡bah! ¡qué más da inclusive si estoy opinando con el motor de la emoción!) lo cierto es que estos coloquios vienen a satisfacer con creces una necesidad personal de verme contrastado o reflejado en los espejos de las vivencias de otros pares. La verbalización de aquellas por un interlocutor real, es una experiencia única e irrepetible que no tiene correlato, como el cine o la literatura.

Prejuicios más, prejuicios menos ha sido un aprendizaje experimental intensivo de despojo de aquellos, una instancia de tolerancia, de entrega verdadera, y de bofetadas valóricas que no hacen sino fomentar la corrección de las abundantes zonas erróneas que por falta de referente sin proponérmelo y de forma inconciente a veces me encuentro entrampado. He estado demasiado tiempo aislado…¡je, je! esa es la primera justificación de la cual echo mano.

I feel good!, sería la frase resumen del día de hoy. Tengo ganas de participar. Siento que el ostracismo, cual periodo ayuno, va poco a poco cediendo espacio a la convivencia sana y desprejuiciada, tengo hambre de interrelacionarme con pares de verdad, no de ficción. Aunque para algunos suene muy infantil o adolescencial, lo cierto es cada día que pasa siento cada vez más poderoso el ánimo de transformarme y de dar vuelta la tuerca de una buena vez a todo lo que me aflige y coarta mi libertad. Cada vez siento más lejano mi propio e injustificado Ramadán…

La canción escogida para hoy se titula “Tajabone”, nombre de una fiesta que se celebra precisamente después del Ramadán, el mes de ayuno. Al término de aquel los niños musulmanes salen a la calle a pedir algo así como el aguinaldo o gratificación. También intercambian comida, bebidas, telas y… casi como una emulación del mundo al revés carnavalesco y occidental, los pequeños se visten de niña, y viceversa. En síntesis, Tajabone es la fiesta de regocijo por el término de un ciclo de austeridad. La interpretación de este tema corresponde a la del cantante senegalés Ismaël Lô y la traducción de aquella canción (que no es mía), escrita en wolof, lengua oficial senegalesa, es bastante complicada y la tomé de Internet en un foro que habla de la música de las películas de Almodóvar (esta en particular es parte integrante del film “Todo sobre mi madre”, una película estremecedoramente bella). Hasta la próxima.


Ismaël Lô – Tajabone

Ta.....tajabone de nuy tajabone
Ta.....tajabone de nuy tajabone
Abdu u iambaar gniari malaykala
Ch'awé étchiko daan si séroo
Muomu muhnilda degëm du lingaan
Muomu muhnila degëm woor nga-am
Ch'awé etchiko daanu si seroo
Muomu muhnida degem du lingaam
Muomu muhnida degem woor nga-am
Tajabone de nuy tajabone
Tajabone de nuy tajabone
Wou leij Wou leij
Wou leij Wou leij
Abdu jambaar gniari malaykala
chico woley juge daanu si sero
Muhnila degem du linga'n
Muhnila degem woor nga-am


Ismaël Lô – Tajabone (Traducida al español)

Tajabone nosotros vamos a Tajabone
Abdou Jabar es un ángel que viene de los cielos a tu alma
Él va a preguntarte si has orado
Él va a preguntarte si has ayunado
Él viene a tu alma
Él viene a tu alma a preguntar si has orado, si has ayunado
Y lo que suele pasar con todas las bellezas del mundo...
es que sencillamente, te dejas llevar,
aun sin entender nada de su mecanismo interno o los motivos
que han llevado a que sea lo que es.
La belleza y la bondad.
Y algo nos pasa en el corazón,, y cerramos los ojos.....
y escuchamos..
Tajabone.

sábado, 13 de octubre de 2007

Aquí voy de nuevo


Esa parece ser la frase de titulación adecuada tras meses de ausencia (lo seguro es que nadie va a notarlo a excepción de un par de adherentes con domicilio conocido, es decir un par de blogueros gay… siempre y cuando pasen por estos lados). Bueno, desconozco si realmente es “ausencia” pues de forma permanente he estado redactando algunas “entregas” o “post” que por alguna razón se han ido extendiendo y posponiendo entre la actividad laboral, correcciones, traducciones, y los “uploads” de las respectivas canciones. En suma, ha sido limitado el tiempo que he tenido para dedicar a esta peculiar forma de evacuar mi ocio en modalidad cibernética.

Lo cierto es que ya “subí” lo que tenía que posicionar en el espacio virtual, y todo ya está ahí, ante la vista de ustedes para que escuchen las propuestas musicales, para que me participen de sus comentarios, aportes, correcciones, o sencillamente para que establezcan alguna señal de vida con este emisor.

He visto la deserción y la desidia de muchos otros “colegas de blogs”, y francamente creo que también estoy a medio camino de aquellas. Más que nada ante el cuestionamiento del fin utilitarista que uno puede llegar a cavilar con este tipo de empresas ad honorem, o sencillamente ante la ausencia o escasez de reciprocidad comunicativa que ya es difícil de establecer en otros medios de comunicación… imagínense lo complicado que es en un medio electrónico donde no obra ningún tipo de publicidad, ni lobbies… aquí solo existe el interés por compartir.

Reconozco que no sé muy bien qué rumbo tomar con este blog: impregnarle una línea más intimista y vivencial como ha sido hasta ahora, o bien darle una estructura magazinezca, cultural, social, artística… bueno, haré lo que estime conveniente en su momento. Lo único válido es que seguiré transitando la univoca línea de la autenticidad… y en cuanto al tiempo durará lo que tenga que permanecer.

No admiro, no sigo, ni me creo el cuento primer mundista ABC1 del personaje Carrie Bradshow de la serie estadounidense “Sex and the City” (quizás en otro tiempo en cuanto a la forma, nunca en el fondo… no obstante, el encanto “fashion” al “style shoes” Manolo Blahnik duró para mí lo que tenía que durar un par de zapatos plásticos, de buena calidad pero artificiales al fin y al cabo). Ese estereotipo de glamour que de forma muy hábil los gringos constantemente nos están imponiendo y bombardeando en una suerte de transculturación, no va conmigo. Hago esta aclaración, pues a veces siento que el complejo o el “style” de aquella pseudo escritora persigue a muchas personas del “gremio”… No sé por qué, quizás sea por la imagen arribista, exitista, superficial, mediáticamente inteligente que aquella diva proyecta… lo cierto es que la Carrie esa es un ícono ultra consagrado en nuestra chilensis cultura gay (en los aspirantes a escritores principalmente y en los periodistas que se creen top), así como lo es Madonna (en las transformistas, travestis y perfomancistas)… al final caigo en la cuenta que no hay nada más alejado de aquello, entre lo que soy y ese estereotipo existe una distancia de fosa abisal. Son odiosas las autoreferencias, y no es que me sienta un ególatra escritor, por favor…

Segundo reconocimiento: el término de este crudo invierno y la llegada de la primavera me tiene muy visceral, muy a flor de piel, muy instintivo y dado a los sentidos y poco inclinado a los razonamientos. Contradictoriamente, me invade a veces un extraño sentimiento de huerfanía que aflora cuando me pongo a pensar si realmente existirá en el mundo ese par con el cual pueda sincronizar el tránsito y recorrido mancomunado de los senderos, caminos, rutas de la vida… aunque sea por tramos. ¿Podrá darse verdaderamente ese sentimiento esencial entre hombres? (“¡Qué ingenuo eres! ¡El amor entre hombres no existe! Me dijo alguien por ahí) Ya, basta de cursilerías y de reflexiones trasnochadas.

A propósito de vigilias y madrugadas, en una noche de desvelo escuché el tema “Music” en una radio argentina que pesqué en la amplitud modulada. Al día siguiente empecé a buscar esa canción por una frase que alcancé a anotar… y nada. De repente me acordé que “esa” intérprete también tenía a su haber otra canción muy conocida por otro estribillo: “Words don't come easy to me, how can I find a way, to make you see I love you, words don't come easy…”. ¿La recuerdan? Bien, resultó ser que “la cantante” era “el” y se llama FR David y tiene una reconocida trayectoria junto a Jon and Vangelis. El hombre interpreta con un falsete increíble que bien podría semejar a una fémina. Con todo, este tema ochentero siempre me gustó por lo melancólico y evocador que es… Hasta la próxima.


FR David - Music

Music you're making me blue
While I'm alone without you
Feel my heart and feel my soul with tenderness
Music feel my loneliness.

Music is still all around
It's time for changing all the sounds.
How about your inspiration it'll never end
Seasons all will choke a man

When spring is near the end
I hear reliefs of summer
Autumn brings rhythm of the rain
Then it's hazy shade of winter

Music I love you so true
I'm just crazy about you
Without you I'd feel so sad
And full of pain music please come back again

When spring is near the end
I hear reliefs of summer
Autumn brings rhythm of the rain
Then it's hazy shade of winter

Music you're making me blue
While I'm alone without you
Feel my heart and feel my soul with tenderness
Music feel my loneliness

Feel my heart and feel my soul with tenderness
Music feel my loneliness


FR David - La Música

La música me pone melancólico
Cuando me siento solitario sin ti
Siente mi corazón y siente mi alma con ternura
La música siente mi soledad.

La música está presente en todo alrededor
Es tiempo de cambiar todos los sonidos.

Qué hacer para que tu inspiración
nunca caduque
en las todas estaciones que ahogan al hombre.

Cuando la primavera está próxima a su fin,
escucho los rumores del verano
El otoño trae el ritmo de la lluvia
Luego viene la nublada sombra del invierno.

Amo la música de forma tan verdadera
Que sencillamente estoy loco por ella
Sin ella me sentiría tan triste
Y tan colmado de dolor.
Música, por favor, retorna nuevamente a mí.

Cuando la primavera está próxima a su fin,
escucho los rumores del verano
El otoño trae el ritmo de la lluvia
Luego viene la nublada sombra del invierno.

La música me pone melancólico
Cuando me siento solitario sin ti
Siente mi corazón y siente mi alma con ternura
La música siente mi soledad.

Siente mi corazón y siente mi alma con ternura
La música siente mi soledad.

miércoles, 22 de agosto de 2007

La Idea del Amor


Tendría que comenzar por un reconocimiento, no he conocido el llamado del amor, solo un susurro tenue y débil. Quizás lo que amo es la abstracción conceptual de ese sentimiento. Quizás la única percepción del amor es la que me ha llegado a través de la idea inventada y no experimentada a cabalidad que poseo de él. Quizás la comunión del amor es tan solo otra idea de la cual también estoy bobamente enamorado. Nunca me chiflé de amor por un mito, como quienes dicen haberse enamorado de una creencia religiosa, de un cristo, de un dios. Hubo una vez que creí estar verdaderamente enamorado, tan solo fue una errónea percepción. No hubo ese dolor que hace desfallecer. Una vez alguien me dijo “tengo tanto amor dentro de mi, solo que no encuentro a quien darlo”. Dejé pasar esta confesión. La esencia del verdadero amor parece estar supeditada en el encuentro y comunión con ese depositario. No siento temor de entregarme a él, pero al mismo tiempo siento que estoy muy lejano de llegar al corazón de dios pues desconozco el secreto de mi propio corazón, y quizás por ello sencillamente aún no soy digno del él.

Los dejo con la recitación en idioma portugués (si lo hubiera en español, si duda lo preferiría, no lo duden) de un bello poema de Khalil Gibran. La interpretación recae en la hermosísima voz de la actriz brasileña Leticia Sabatella y la musicalización corre por parte del compositor Marcus Viana. Este trabajo es parte integrante de un CD titulado “Poemas Místicos de Oriente” que salió a la luz a mediados de agosto del 2004. Hasta la próxima.



Do Amor (Khalil Gibran)

Quando o amor vos chamar,
segui-o,
embora seus caminhos sejam agrestes e escarpados.
E quando ele vos envolver com suas asas,
cedei-lhe,
embora a espada oculta na sua plumagem possa ferir-vos.
E quando ele vos falar,
acreditai nele,
embora sua voz possa despedaçar vossos sonhos,
como o vento devasta o jardim.
Pois, da mesma forma que o amor vos coroa,
assim ele vos crucifica.
E da mesma forma que contribui para vosso crescimento,
trabalha para vossa poda.
E da mesma forma que alcança vossa altura
e acaricia vossos ramos mais tenros que se embalam ao sol,
assim também desce até vossas raízes
e as sacode no seu apego à terra.
Como feixes de trigo, ele vos aperta junto ao seu coração.
Ele vos debulha para expor vossa nudez.
Ele vos peneira para libertar-vos das palhas.
Ele vos mói até a extrema brancura.
Ele vos amassa até que vos torneis maleáveis.
Então, ele vos leva ao fogo sagrado e vos transforma
no pão místico do banquete divino.
Todas essas coisas o amor operará em vós
para que conheçais os segredos de vossos corações
e, com esse conhecimento,
vos convertais no pão místico do banquete divino.
Todavia, se no vosso temor,
procurardes somente a paz do amor e o gozo do amor,
então seria melhor para vós que cobrísseis vossa nudez
e abandonásseis a eira do amor,
para entrar num mundo sem estações,
onde rireis, mas não todos os vossos risos,
e chorareis, mas não todas as vossas lágrimas.
O amor nada dá senão de si próprio
e nada recebe senão de si próprio.
O amor não possui, nem se deixa possuir.
Porque o amor basta-se a si mesmo.
Quando um de vós ama, que não diga:
“Deus está no meu coração”,
mas que diga antes:
"Eu estou no coração de Deus”.
E não imagineis que possais dirigir o curso do amor,
pois o amor, se vos achar dignos,
determinará ele próprio o vosso curso.
O amor não tem outro desejo
senão o de atingir a sua plenitude.
Se, contudo, amardes e precisardes ter desejos,
sejam estes os vossos desejos:
De vos diluirdes no amor e serdes como um riacho
que canta sua melodia para a noite;
de conhecerdes a dor de sentir ternura demasiada;
de ficardes feridos por vossa própria compreensão do amor
e de sangrardes de boa vontade e com alegria;
de acordardes na aurora com o coração alado
e agradecerdes por um novo dia de amor;
de descansardes ao meio-dia
e meditardes sobre o êxtase do amor;
de voltardes para casa à noite com gratidão;
e de adormecerdes com uma prece no coração para o bem-amado,
e, nos lábios, uma canção de bem-aventurança.


Del Amor (Khalil Gibran)

Cuando el amor os llame,
seguidlo,
aunque sus caminos sean agrestes y escarpados.
Y cuando él os envuelva con sus alas,
cededle,
aunque la espada oculta en su plumaje pueda herirlos.
Y cuando él os hable,
creed en él,
aunque su voz pueda despedazar vuestros sueños,
como el viento devasta el jardín.
Pues, de la misma forma que el amor os corona,
así también os crucifica.
Y de la misma forma que contribuye para vuestro crecimiento,
trabaja para vuestra poda.
Y de la misma forma que alcanza vuestra altura
y acaricia vuestros ramos más tiernos que se mecen al sol,
así también desciende hasta vuestras raíces
y las sacude en su apego a la tierra.
Como fardos de trigo, él os aprieta junto a su corazón.
Él os desgrana para exponer vuestra desnudez.
Él os tamiza para liberaros de las pajas.
Él os muele hasta la extrema blancura.
Él os amasa hasta que os tornéis maleables.
Entonces, él os lleva al fuego sagrado y os transforma
en el pan místico del banquete divino.
Todas estas cosas el amor operará en vosotros
para que conozcáis los secretos de vuestros corazones
y, con ese conocimiento,
os convirtáis en el pan místico del banquete divino.
Mas, si en vuestro temor,
buscaseis solamente la paz del amor y el gozo del amor,
entonces sería mejor para vosotros que cubrieseis vuestra desnudez
y abandonaseis la era del amor,
para entrar en un mundo sin estaciones,
donde reiréis, mas no con todas vuestras risas,
y lloraréis, mas no con todas vuestras lágrimas.
El amor nada da sino de sí mismo
y nada recibe sino de sí mismo.
El amor no posee ni se deja poseer.
Porque el amor se basta a sí mismo.
Cuando uno de vosotros ama, que no diga:
“Dios está en mi corazón”
sino que antes diga:
“Yo estoy en el corazón de Dios”.
Y no imaginéis que podéis dirigir el curso del amor,
pues el amor, si os halla dignos,
determinará él mismo vuestro curso.
El amor no tiene otro deseo
sino el de alcanzar su plenitud.
Si, a pesar de todo, amarais y necesitarais tener deseos,
sean éstos vuestros deseos:
De diluiros en el amor y ser como un arroyo
que canta su melodía para la noche;
de conocer el dolor de sentir demasiada ternura;
de quedar heridos por vuestra propia comprensión del amor
y de sangrar de buena voluntad y con alegría;
de despertar en la aurora con el corazón alado
y agradecer por un nuevo día de amor;
de descansar al mediodía
y meditar sobre el éxtasis del amor;
de volver a casa a la noche con gratitud;
y de dormiros con una plegaria en el corazón para el bienamado,
y, en los labios, una canción de bienaventuranza.

domingo, 29 de julio de 2007

El jinete azul

(Wassily Kandinsky, “Proyecto con un jinete”, 1911)

A falta de equino… más bien en el “ciclista azul” es lo que me he convertido haciendo directa alusión a mi vestimenta (un buzo, gorro y bufanda de ese color que hacía años no usaba). Así, de modo azulado casi a diario (matinal o vespertinamente) salgo a recorrer montado en la verde “bike” de mi hermano el mismo camino, la misma cantidad de kilómetros, a hacer la misma contemplación estética del paisaje. A pesar de lo rutinario que pudiese ser, esta aparente monotonía no me cansa ni me aburre, quizás porque cada jornada es distinta a la otra sobre todo por lo voluble que ha estado el tiempo y mi ánimo… en fin, estas salidas me hacen sentir muy despierto y vivo, por otro lado también me provocan cierto aletargamiento o contención en el pensar.

A veces, en la trayectoria de los veinte kilómetros que realizo me topo con otros “jinetes” que yendo camino a sus trabajos o que viniendo de vuelta de ellos, me miran directamente a los ojos como queriendo escudriñar en la naturaleza del tipo que se arropa en color tan poco estrambótico. También doy mis miradas pero no descubro nada más allá de una campesina y ladina curiosidad. A veces, en los descansos, casi siempre el la cima de algunos de los cinco puentes (y una pasarela peatonal) que existen entre los kilómetros 28 y 39 de dicha autopista, encuentro al atardecer personas solas que esperan la caída del sol o sencillamente la llegada de la noche. A veces, ocurre que se detienen automóviles... pero es solo par hacer las mismas preguntas de siempre: "que hacia dónde está cual o tal lugar, que cuál es la próxima salida de la autopista". En fin, reconozco que no es lo que tengo como espectativa dentro de mi imaginario "gay iluso" (quisiera que alguien me reconociera o intentara hacerlo, y sin más me abordara con algún pretexto más insinuante... pero eso francamente es imposible. El último fin de semana largo recuerdo que se estacionó en la berma del camino un vehículo azul, sí, uno muy parecido al del tipo "angeleyes" del cual idealistamente me encanté... y como al susodicho le fascinaba darse sus arrancadas al litoral costero, por un segundo creí que era él... nada, cuando y estaba a punto de acercarme, arrancó el motor y se fué.) A veces, en los caminos de servidumbre de los muchos proyectos de parcelación existentes a la orilla del camino, me encuentro con guardias de seguridad, y ya al anochecer, con vehículos de patrullaje policial. De sopetón se me acaba el encanto y mejor arranco cachete, pues la paranoia del cumplimiento del deber de los uniformados activos y en retiro, a veces es más peligrosa que los vehículos y camiones de alto tonelaje que transitan a mi lado, y para serles franco prefiero convertirme en “animita”, que morir en manos de un lunático que sospecha que todo el mundo es delincuente.


Ya al amparo del sosiego de esta noche, pienso en la frialdad del azul y en el jinete que lleva ese color, o sea en “Der Blaue Reiter” en idioma germano que también corresponde en la historia del arte a un estadio del movimiento expresionista que se gestó en Alemania a inicios del siglo pasado en manos de artistas como Franz Marc, el ruso Wassily Kandinsky (quien es el autor de esta obra plástica publicada en 1911 como un estudio para el almanaque del mismo nombre), el suizo Paul Klee, August Macke y Gabriel Münter, entre otros.

Dentro de este movimiento expresionista, la etapa plástica de “El Jinete Azul” fue más exquisita, subjetiva y espiritual que su predecesora, “Die Brücke” (“El Puente”, que mostraba a través de la paleta estridente los oscuros deseos que laten en el fondo de los seres humanos, la desnudez de las almas). En “El Jinete Azul” se deja a manos del espectador, la captación del sentido y el significado de la obra. El artista tan solo moldea o da forma a la emotividad en un cuadro, este por sí solo evoca los sentimientos en quien lo observa.

Uff, parece relleno cultural, pero no es así. Lo que ocurre es que repentinamente me puse a pensar, a propósito de mis salidas terreno, cuántos jinetes habrá en las pistas y caminos de la vida queriendo contradictoriamente huir de sí mismos, e intentando desesperadamente coincidir con otros. Esta antinomia moderna de acentuación o deformación de la realidad es la que pretendieron poner en evidencia los artistas “expresionistas” de principios del siglo XX. Por eso la remembranza que me vino a propósito de caminos, puentes y jinetes. No quiero terminar siendo otro más en la masa de seres inquietantes que tratan de huir de otra masa conformada por personas desprovistas de color. Creo que es mejor hacer un receso al lado del camino. Hasta la próxima.


Al lado del camino - Fito Páez

Me gusta estar a un lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta abrir los ojos y estar vivo
tener que vérmelas con la resaca
entonces navegar se hace preciso
en barcos que se estrellen en la nada
vivir atormentado de sentido
creo que ésta, sí, es la parte mas pesada

En tiempos donde nadie escucha a nadie
en tiempos donde todos contra todos
en tiempos egoístas y mezquinos
en tiempos donde siempre estamos solos
habrá que declararse incompetente
en todas las materias de mercado
habrá que declararse un inocente
o habrá que ser abyecto y desalmado
yo ya no pertenezco a ningún ismo
me considero vivo y enterrado
yo puse las canciones en tu walkman
el tiempo a mi me puso en otro lado
tendré que hacer lo que es y no debido
tendré que hacer el bien y hacer el daño
no olvides que el perdón es lo divino
y errar a veces suele ser humano

No es bueno hacerse de enemigos
que no estén a la altura del conflicto
que piensan que hacen una guerra
y se hacen pis encima como chicos
que rondan por siniestros ministerios
haciendo la parodia del artista
que todo lo que brilla en este mundo
tan sólo les da caspa y les da envidia
yo era un pibe triste y encantado
de Beatles, caña Legui y maravillas
los libros, las canciones y los pianos
el cine, las traiciones, los enigmas
mi padre, la cerveza, las pastillas, los misterios, el whisky malo
los óleos, el amor, los escenarios
el hambre, el frío, el crimen, el dinero y mis 10 tías
me hicieron este hombre enreverado

Si alguna vez me cruzas por la calle
regálame tu beso y no te aflijas
si ves que estoy pensando en otra cosa
no es nada malo, es que pasó una brisa
la brisa de la muerte enamorada
que ronda como un ángel asesino
mas no te asustes siempre se me pasa
es solo la intuición de mi destino

Me gusta estar a un lado del camino
fumando el humo mientras todo pasa
me gusta regresarme del olvido
para acordarme en sueños de mi casa
del chico que jugaba a la pelota
del 49585
nadie nos prometió un jardín de rosas
hablamos del peligro de estar vivo
no vine a divertir a tu familia
mientras el mundo se cae a pedazos
me gusta estar al lado del camino
me gusta sentirte a mi lado
me gusta estar al lado del camino
dormirte cada noche entre mis brazos
al lado del camino
al lado del camino
al lado del camino
es mas entretenido y más barato
al lado del camino
al lado del camino.


sábado, 30 de junio de 2007

Y el solsticio llegó

“Tengo treinta y siete años. Mi salud es perfecta.
Y con mi aliento puro comienzo a cantar hoy y no terminaré mi canto hasta que muera.
Que se callen ahora las escuelas y los credos.
Atrás. A su sitio.
Sé cuál es su misión y no la olvidaré; que nadie la olvide.
Pero ahora yo ofrezco mi pecho lo mismo al bien que al mal,
dejo hablar a todos sin restricción,
y abro de par en par las puertas a la energía original de la naturaleza desenfrenada.”

(Walt Whitman, “Me celebro y me canto a mí mismo”, estrofa III, versión de León Felipe.)

Y el solsticio llegó y con él la extensa noche sin luna, y al amparo de aquella extraña y fría oscuridad fue que decidí arrancar el manto que cubría mis silentes y ocultas verdades por tantos años enterradas…

Harto cursi el parrafito al lado de ese portento que es W. Whitman, pero efectivamente a la entrada de este invierno fue que ocurrió ese canto desenfrenado del que nos habla el poeta, ese antes y después en la vida de todo gay… me refiero a la verbalización de la esencia, preferencia, opción o condición sexual (reconozco que ninguno de estos términos me identifica…insisto que es mejor “la verbalización de mi hombría poco convencional”).

Cómo hacerlo, cómo decirlo de la forma menos solapada posible para que no causara el efecto adverso en tus queridos y ancianos progenitores, tantas veces temido, fueron interrogantes que por casi un mes insistían en articularse y en salir fuera de una vez por todas. No es nada del otro mundo, ni anormal, y menos enfermizo pero esta sociedad tremendamente pacata de una forma u otra termina por condicionarte en cuanto a la idiotez de tus comportamientos…

En esos momentos de transe verdaderamente cuánto hubiera deseado tener una suerte de tutoría o asistencia integral. “¿Para qué decirlo? ¡Deja que se den cuenta solos!” me indicó la “profesional” a la cual recurrí para que me “guiara” en este camino, o más que nada a quien concurrí para que tomara cierto compromiso o responsabilidad en la eventualidad de que algo se escapara a mi control… reconozco que con ese “¿para qué decirlo?” la “doctora” me dio un golpe muy bajo casi un jaque mate ¡si hasta coincidí con ella! en la opinión de que ser o no ser un homosexual no es más que un paradigma cultural que lamentablemente se ha instalado en nuestra sociedad como la forma de un torcido mito impuesto por el sistema hegenómico y heterosexual imperante.

El punto era que a esas alturas, no podía seguir ocultándolo, uno, por lo inusualmente interrelacionado que estaba a través del chat con muchos pares de mi misma especie, situación que estaba llamando demasiado la atención en mi nuclear familia (más que nada porque siempre me vieron como un varón solitario en extremo y absolutamente antisocial), y dos, por que también a esas alturas del tiempo estaba demasiado e infantilmente enamorado de un ideal de persona a quien conocí a través del MSN y con el cual tuve un encuentro nada de relevante.

Atendiendo a esas circunstancias y a las especiales características de mi familia en donde nunca hubo la necesidad de la existencia de espacios individuales, sino hasta ahora, no podía dejar de sentirme desertor de un grupo Amish muy consolidado… pero en fin, estaba muy resuelto a asumir lo que pasara, inclusive a hacer abandono del hogar en caso de existir cierta intolerancia, incompatibilidad o rechazo en la explicitación de esta nueva realidad. Lo único que tenía claro era que no podía seguir encubriéndome en la maraña de mentiras que a esas alturas se incrementaban más y más.

Así las cosas, tras la última y definitiva visita a otro “profesional” de la psiquiatría y ante su incompetencia o inhabilidad frente a estos “temas de homosexuales” (no tuvo ningún reparo en manifestármelo, y yo insistía compulsivamente en responsabilizar a alguien en el manejo “académico” de esta verdad), fue que tomé un hastiado impulso para “notificar” cual receptor judicial y a modo de probanza a un tío materno con quien siempre tuve empatía. Su reacción francamente me descolocó. Ni un atisbo de asombro, y absolutamente ninguna odiosa o inepta pregunta frente al arsenal de respuestas que tenía preparado. Tan solo arremetió con un “¿soy el primer familiar a quien se lo cuentas?”, “efectivamente, así es”, respondí, “ten la seguridad de que nada cambiará hacia ti, al contrario, ahora te aprecio más que nunca”, concluyó.

Ese día estando ya en casa, y luego de meditarlo ampliamente echando mano a la memoria de los aspectos con los que podría coincidir con mi madre (recordé una década atrás cuando juntos escuchábamos el programa de Pedro Lemebel, “Cancionero”, en Radio Tierra, una vez me dijo “si yo tuviera un hijo homosexual creo que lo comprendería”), le expliqué la causa de mis extraños comportamientos, y la naturaleza de mi melancolía que ella hacía tiempo venía advirtiendo.
Nuevamente sorprendido, no por su calidez precisamente, sino por el ensimismamiento y distanciamiento que adoptó tras conocer la particular circunstancia de su primogénito. ¿Cómo se diría en psiquiatría, síndrome de ánimo neutro? Lo cierto es que con su actitud, no hizo más que reconfirmar mi inminente decisión de abandonar el hogar. Al día siguiente, con mucha determinación y ya desprovisto de cualquier temor, hablé con mi padre del preocupante estado de mi madre y de la causa de aquél comportamiento. Es curioso cómo uno siempre encuentra la manera de llegar tangencialmente al corazón de un asunto a través de otro, pero el punto era que mi setentón progenitor al principio no entendía nada, absolutamente nada, fue hasta graciosa la forma cómo sacudió su cabeza para preguntarme ¿cómo, quién es el homosexual, tú lo eres? “Sí, lo soy desde siempre. Lo que pasó es cuando empecé a darme cuenta lo negué, me aparté de todo y por eso me vine a vivir con ustedes, hace trece años atrás”, le dije, “si ustedes no pueden o no quieren vivir conmigo, tan solo tendría que irme”, apunté, “para qué, a dónde irías, además has llevado tanto tiempo ese peso. Hay que resignarse, no más, y no contar a nadie esto, y nunca a tu hermano”, esa fue su resolución interlocutoria.

Estos días han sido de extraña dificultad, primero, porque más allá de las verdades develadas o de las verdades soterradas, igual la vida sigue su curso y por más que uno quisiera darse un receso, imperativamente hay que seguir cumpliendo obligaciones y deberes; y segundo, porque hay un plano que se superpone una y otra vez, y ese es el cuestionamiento de que hasta qué punto el correcto comportamiento valórico y ético de un individuo es apreciado con justicia por los demás.

Han pasado casi dos semanas, y continúo llegando temprano a casa. La “mater familias” igual que siempre, encerrada en su habitación y sin ánimo de ingerir alimentos… trato de dialogar con ella como lo hacía antes, pero lo único que logro sacar son frases desestructuradas, inconexas e hirientes en más de una ocasión.

Hace mucho frío, pero igual casi de forma religiosa sigo tomando la bicicleta para salir a despejarme, a abrir de par en par mi cuerpo y mente a la energía original de la naturaleza, como decía W.Whitman. En algo me sirvo de esta moderna autopista que han denominado “del Sol”, no obstante el astro rey parece que está muy lejos de ella tras el solsticio…

No tengo ganas de traducir pero parece que igual tendré que hacer la conversión del español ibérico, al español neutro. Y no me gustó mucho este relato con sesgo a melodrama “gay sufriente”, pues no lo es. Mejor los dejo con esta “rareza musical” de bella lírica y apacible melodía. Recuerdo haberla “interpretado” en un examen de admisión a una escuela de teatro universitaria, una vez que aprobé, la entonces directora me dijo: “¿de dónde sacaste esa canción tan rara?”. El tema se denomina originalmente “Scarborough Fair” (Es una canción tradicional inglesa cuyo traducción sería algo así como “La Feria de Scarborough”. Fue musicalizada por Paul Simon y Art Garfunkel, hace un montón de años atrás). La versión en español llamada “País del Ayer”, es muy apegada al texto original en inglés que se canta con una voz femenina y otra masculina. La interpretación de Sergio y Estíbaliz es sencillamente extraordinaria, exceptuando la vocalización que es pésima. Hasta la próxima.

País del ayer - Sergio y Estíbaliz

Si te vas al país del ayer,
Ramo de hierbabuena en flor,
Acuérdate de llevarle un mensaje,
A quien fue mi primer amor.

Dile que me haga un vestido de tul,
(Blanco de nieves, y de nubes azul)
Ramo de hierbabuena en flor,
(Donde el rocío se vuelve licor)
Que me lo ponga de madrugada,
(Cuando la luna parece cansada)
Y será mi único amor.
(Eternamente el único amor.)

Dile que siembre en el huerto del mar,
(Huerto de algas de salvia y azahar)
Ramo de hierbabuena en flor,
(Lluvia que riega con suave rumor)
Yo le ayudaré a coger la cosecha,
(Cosecha de perlas y murria)
Y será mi único amor.
(Y será mi único amor.)

Dile que atrape un rayo de sol,
(Rayo secreto en un claro del bosque)
Ramo de hierbabuena en flor,
(Ojos que olvidan su eterno temblor)
Que escriba mi nombre con polvo de estrellas,
(Será, y guárdalo de huella )
Y será mi único amor.
(Y será mi único amor)

Si te vas al país del ayer,
Ramo de hierbabuena en flor,
Acuérdate de llevarle un mensaje,
A quien fue mi primer amor.


viernes, 25 de mayo de 2007

El abandono de sus amigos, y la integración al muevo mundo.


That's right! (“Eso es correcto”. En este blog no habrá ninguna expresión foránea que no cuente con su pertinente traducción, y desde ya pido las disculpas por lo mala que esta pudiera ser). Y digo que es correcto, pues… aunque suene increíble y hasta iluso recién a mis 37 años, creo que de forma bien honesta, decidí tirarme al río sin saber nadar… y salir a explorar, a descubrir, y a constatar cuanto de normalidad o de extrañeza (“rareza”, sería más adecuado decir) existe en el mundo de Ernesto el pseudónimo que escogí y que lo extraje del protagonista de la comedia de O. Wilde (“La importancia de llamarse Ernesto”, efectivamente me refiero al ambivalente personaje cuyo nombre se asemeja en la pronunciación anglosajona al earnest = decente, formal, correcto; y al Ernest = sustantivo propio), sí, el mismo que transita argumentalmente en la alta burguesía del Londres victoriano con una careta de aparente corrección y por otra con la desnudez que lo exhibe cómo realmente es, con sus instintos y bajezas incluidos. Aún recuerdo la adolescencial lectura de esa obra de Wilde y mi absoluta comprensión de que la elección de un nombre (un pseudónimo en este caso), no es algo que se deba dejarse al azar.

Bien, no estoy aquí para hacer un comentarios literarios (quizás en otro blog de contenidos de más alto vuelo o más misceláneo, que aún no me decido a crear) sino para articular medianamente una relación de hechos y circunstancias de un estadio de mi vida, es decir, de una etapa importante o que sencillamente considero trascendente, y obviamente deseo compartirla con ustedes virtuales e intrigados lectores. Retomando la línea, decía que a los 37 decidí lanzarme al mundo, y quizás en este tránsito exploratorio en una de esas logre una mejor o acabada comprensión del interior y del entorno de los circuitos….. y por qué no decirlo logre conocer a “a ese medio naranjo” esencial en la vida de todo ser humano que se digne de tal (algunos piensan que lo correcto sería decir “medio pomelo”. En fin, dejemos para otra oportunidad los comentarios acerca de los cítricos, o de los grados de acidez). Sé que no tengo el tiempo en mi contra, pero de igual forma estoy convencido que en este largo periodo de hibernación (13 años) a lo mejor ya pasaron muchos trenes, y por tanto al día de hoy, más que nunca, de forma muy libre y determinada estoy en aquella extraña predisposición (no desesperación) de tomar un tranvía que me lleve al encuentro de esa parte complementaria con quien pueda compartir el resto de la vida que me queda (desde ya hago la aclaración que este humilde servidor está de lo más sano física y mentalmente. La expresión obedece más bien a un recurso estilístico y no a la muerte en sí) Y así fue… como de repente… casi en forma lúdica (me tome un par de fotos, y vi que no estaba tan, tan, mal) comencé un proceso de cambio o de abandono paulatino de mi antiguo, seguro, y casi perfecto mundo obligaciones y deberes. Un mundo muy similar a una anestésica, y en más de una ocasión inepta y almibarada canción ABBA, mis amigos o compinches musicales de años, a los que me es difícil abandonar. Mi opio melómano.

Autodefinirse “gay” en idioma foráneo ya es un asunto complejo, y quizás por eso muchos se resisten a mencionar la palabra que mejor nos define en lengua española: “homosexual”. ¿Es muy extensa la palabra? ¿es más “digno” y práctico hablar en términos que son de importación lingüística? Sospecho de la gente que recurrentemente usa extranjerismos para referirse “a medias” a lo que en verdad desea decir, quizás sea una suerte de codificación oculta destinada sólo para algunos. Con todo, el subterfugio sigue siendo el mismo: la máscara.

La primera pregunta que me planteé ya tomada la foto y teniendo abierta la primera puerta del closet (hago la aclaración que no conozco muy bien, qué significa salir de ese mueble ¿se “sale de” cuando se pregona a los cuatro vientos la preferencia sexual de un individuo?, o ¿tan solo basta auto reconocerse maricón como para decirse que mentalmente estoy “fuera de”?) sea el proceso que sea, o el matiz que exista entre tener una o todas las puertas abiertas de los espacios mentales de auto aceptación y posterior sociabilización, mi punto de partida fue de aproximación, de cómo allegarme y darme a conocer en estas comunidades medio soterradas, medio herméticas, siendo yo un santiaguino de provincia. Los circuitos o los ghetos ofrecen lugares físicos donde aquellas interactúan, donde resido no existen y si los hubiera tampoco creo que participaría (en un pueblo chico siempre e urden pequeños infiernillos), así que llegué a la conclusión que ante la carencia provincial de equipamiento, mi solución iba de la mano de la panacea de muchos: Internet. Me anoté en un par de comunidades “cigayrnéticas”, y empecé a entender lo inmenso, heterogéneo y estratificante que es este mundo. Tremenda novedad dirá más de alguno. Es cierto, pero lo más chocante o desconcertante, es la negación o incongruencia que muchos hacen de sí precisamente a través de lo que ladinamente dicen buscar y, posteriormente al describir lo que en realidad son. La gran mayoría de los “hombres masa homosexuales” (¿cómo nos definiría José Ortega y Gasset?) se niegan a vivir a la par de sus circunstancias y es por eso que no se salvan del limbo de la búsqueda permanente y vacía, y lamentablemente en más de un caso, de la insanidad mental. De ningún modo cuento con un pase de salvación y menos soy el apóstol de la consecuencia, pero ¿es tan difícil vivir la homosexualidad de un modo simple y viril? A través de lo mucho que he leído a Pedro Lemebel he llegado a la convicción de que hasta las desdeñadas “locas” son más consecuentes y éticas que muchos proyectos de “machitos” sin resolver ¿Por qué esa aversión y casi negación compulsiva, a reconocer que tenemos un hemisferio derecho del cerebro que nos manda desarrollarnos afectivamente a través de los códigos llamados perceptos?

Recurro a la etimología quizás en un intento de entender mi naturaleza. Definirme, inquirir, hurgar en el término latino que lo origina todo: GAUDIUM = GOZO, de donde procede con posterioridad el occitano (lengua medieval utilizada al sur de Francia) GAI = ALEGRÍA, GOZO; que luego dio tránsito a la adjetivación “ALEGRE, GOZOSO”… y con el transcurrir del tiempo esta “festiva” palabra cruza el Canal de la Mancha para asentarse en la Gran Bretaña donde “GAY” (con “y” griega) acabó finalmente en el eufemismo que hoy todos conocemos y que supuestamente define a los homosexuales, como los “chicos de vida alegre”. A la luz u oscuridad de todo lo expuesto, la segunda pregunta que me hice fue con cuanta alegría o desesperanza debía aceptar esta esencia etimológica. Debo reconocer que aún me parece de cierta incongruencia la etimología con lo que es el “mundo gay”. Quizás si hubiese nacido en otro tiempo, lugar, y cultura ser un homosexual, ser un “hombre de gay andar” hubiese sido un significante de feliz relevancia. Creo que en este país, mi país no son muy alegres las conclusiones que saco y quizás por eso a estas alturas del tiempo, me encuentro medio solitario, abandonado, a veces creo de forma forzada y en otras, de manera auto impuesta… con proyectos eso sí, a corto, mediano y largo plazo. Los pocos y buenos amigos y amigas que tuve antes de mi mundo feliz del ostracismo, ya tienen sus vidas hechas o están muy bien encaminadas, así que sería casi tirado de las mechas que yo irrumpiera de modo sorpresivo e infundado. En todo caso, no me estoy quejando, pues cuando empecé a interiorizarme y a aterrarme de mi entonces incipiente o quizás siempre conocida opción sexual, fue propia la decisión de abandonar y de retraerme a mis cuarteles de invierno…. mi buen y añorado circuito. Inevitablemente se me viene al pensamiento una canción de ABBA: “ I Wonder”(Departure) [”Me pregunto”(obertura de un mini musical)]

Las aproximaciones por Internet, suman y siguen siendo un corolario de de intentos fallidos. Dentro de toda esta fauna de “raros” que coexistimos en las “vitrinas virtuales”, abunda una gélida impersonalidad, tipos mentirosos, pusilánimes que sólo están ahí en la mayoría de las veces si hay un cuerpo espectacular, dinero y posición social. He recibido hasta ofrecimientos de servicios sexuales dentro de la provincia donde resido. ¿A esto se reduce el mundo gay? ¿a un circuito donde tan solo existe la genitalización y materialismo de los afectos? Creo que no, me resisto a creer que no. El cuerpo y la acumulación de bienes corresponden a circunstancias que se pueden moldear o que pueden variar en cualquier instante. El alma y la integridad humana no. Lo que hay que tener claro si es que alguna vez decides tener una figura apolínea, es si lo haces por ti, o por la absurda necesidad de que te quieran o que te deseen. El tema de la autoestima. Si realizo alguna actividad física, es porque disfruto hacerlo y además me siento bien. Si voy a un “gymn” es porque creo necesitarlo, así de simple. No tengo el imperativo de demostrar nada a nadie, y es por eso que no confío en el “chat” en cuanto al develamiento o desenmascaramiento real y efectivo de tu interlocutor virtual. Esta huevá cibernética da para mucho. Se nota que los gringos son expertos en el artificio del mentir y de la manipulación. Me niego a entender las opciones del Messenger: “conectado, pero salió a comer”, “conectado, pero ocupado”, “conectado, pero ausente”, “desconectado” y así una pila de mentiras y patrañas, que en realidad más que ser saludables son insanas, esquizoides. Pues creo que para nadie resulta agradable sentarse frente a un PC y esperar a que tu supuesto interlocutor establezca comunicación contigo. ¿Por que no existirán las opciones “conectado, pero esta chateando con otros hombres…” “conectado, pero no desea saber nada de ti” “desconectado aquí, pero conectado en otra parte”? En último caso, ¿es tan difícil darle la evasiva a un tipo diciendo alguna frase amable? todos merecemos algo de respeto. Así todo sería más honesto.

Sin caer en un falso alardeo me considero un tipo de bastante esfuerzo y lucha, un hombre hecho a sí mismo, pero estas batallas huevonas por conocer hombres medianamente atractivos y algo intelectuales (todos tenemos un talón de Aquiles), ofreciendo amistad, mostrándote y exponiéndote tal cual eres, viril, consecuente, sin aplicar ningún filtro, y sin contener los impulsos, en verdad que al día de hoy me tiene un poco hastiado.

Si es por ocio, mejor invertir ese escaso espacio de tiempo en otras actividades como el trabajo de la tierra, caminar extensamente, el cine, la lectura de un libro, el placer de escuchar música. Aquí va la primera muestra de estas rarezas que se dijo íbamos a hablar en este blog. Mucho tiempo atrás, buscando covers de canciones ABBA, encontré a The Czars (“Los Zares”), son estadounidenses, y ya se disolvieron como grupo. Su líder es un machote “que te cagas” (como diría un español). Se dice que alucinaba por tener una relación con el gordito Almodóvar, se llama John Grant y es una de las mejores voces masculinas gringas actualmente. Cada tema que interpreta esta cargado de un sentimiento y una convicción emocional que sencillamente descoloca a cualquiera. El mismo escribe e interpreta sus canciones, salvo esta que a mi parecer esta muy por encima del repertorio de los suecos. Se llama Angel Eyes, y sin dudarlo es una de las más bellas canciones de amor homosexual, el tipo se dio la maña de cambiar la letra, inclusive.

A fin de cuentas, la música de ABBA aún me acompaña y me hace sentir alegre… aún me produce cierto gozo… y por sobre todo, me hace sentir inusualmente “gay”. Hasta una próxima entrega.


Angel Eyes - The Czars

Last night I was taking a walk along the river
When I saw him together with a young boy
And the look that he gave him made me shiver
'Cause he always used to look at me that way
And I thought maybe I should walk right up to him and say
Ah-ha-ha, it's a game he likes to play

Look into his angeleyes
One look and you're hypnotized
He'll take your heart and you must pay the price
Look into his angeleyesYou'll think you're in paradise
And one day you'll find out he wears a disguise
Don't look too deep into those angeleyes
Oh no no no no


Sometimes when I'm lonely I sit and think about him
And it hurts to remember all the good times
When I thought I could never live without him
And I wonder does it have to be the same
Ah-ha-ha, when I see him, will it bring back all the pain?
Ah-ha-ha, how can I forget that name?

Look into his angeleyes
One look and you 're hypnotized
He 'll take your heart and you must pay the price
Look into his angeleyesYou 'll think you 're in paradise
And one day you 'll find out he wears a disguise
Don 't look too deep into his angeleyes

Oh no no no no


Ojos Angelicales

Anoche paseaba a lo largo del río
Y lo vi junto a un muchacho joven
Y la mirada que él le daba me hizo temblar
Porque él siempre solía mirarme así de esa manera
Y pensé tal vez que yo debería a ir directamente hacia él y decirle
Ah, ha,ha, ese es el juego que le gusta jugar.

Mira sus ojos angelicales
Tan solo una mirada y quedarás hipnotizado
Él tomará tu corazón y deberás pagar el precio
Mira sus ojos angelicales
Y pensarás que estás en el paraíso
Y un día averiguarás que él por fuera lleva puesto un disfraz
No mires demasiado profundo aquellos ojos angelicales

Oh no no no no

A veces cuándo me siento solitario, me siento y pienso en él
Y me duele recordar todos los buenos momentos
Cuando pensé que yo nunca podía vivir sin él
Y me pregunto ¿por qué tiene que ser lo mismo
Cada vez que le veo, devolverá todo esto el dolor?
Ah ah ah", ¿cómo puedo olvidar aquel nombre?

Mira sus ojos angelicales
Tan solo una mirada y quedarás hipnotizado
Él tomará tu corazón y deberás pagar el precio
Mira sus ojos angelicales
Y pensarás que estás en el paraíso
Y un día averiguarás que él por fuera lleva puesto un disfraz
No mires demasiado profundo aquellos ojos angelicales

Oh no no no no.